La Visión y Leyes Sistémicas

El bienestar del grupo repercute de un modo positivo en todos los miembros que lo componen, suma autoestima a cada una de las partes. Por el contrario, si uno de los miembros del grupo sufre, esto también afecta a todo el sistema.

Visión Sistémica

La Visión Sistémica parte de cinco premisas que nos ayudan a tener más consciencia de cómo y con quién nos relacionamos y de los efectos que ello puede producir.


  1. La primera es: la persona (alumno o profesor) no puede ser un elemento aislado, sino que forma parte de un sistema, quiera o no, al que pertenece. Por mucho que intentemos aislarnos siempre pertenecemos a sistemas y esto condiciona directa e indirectamente nuestra forma de ser y de estar en la vida.

  2. La segunda es: la persona pierde protagonismo en favor del sistema. Esta nos muestra que cuando tenemos un conflicto debemos buscar la mejor solución para el sistema y no la mejor solución para una o algunas personas pues, una buena solución para un solo miembro es “pan para hoy y hambre para mañana”, ya que siempre será algo que funcionará sólo a corto plazo. En cambio, si se busca la mejor solución para todo el sistema será mucho más duradera y beneficiosa. Será una solución en la que todos ganen.

  3. La tercera es: cualquier modificación o acción de un miembro repercute en todo el sistema. Como ejemplo: si alguien tira una piedra pequeña en un lago gigante, ¿cuántas moléculas de agua lo perciben?… Todas… aunque las más cercanas lo perciban más intensamente que las más alejadas. Esta premisa se cumple en todos los sistemas en los que nos relacionamos, incluso en los escolares, ya que cualquier acción realizada por una persona o por un departamento, por insignificante que parezca, repercute en toda la organización.

  4. La cuarta es: la persona no sólo pertenece a un sistema, sino a una red de sistemas y, a veces, lo que un miembro se compromete a hacer en un sistema entra en conflicto con lo que se prometió en otro. Esto es importante tenerlo en cuenta porque a veces en un equipo todos los miembros llegan a un acuerdo para realizar un trabajo de una cierta manera, y luego sin saber por qué una de las personas no realiza su parte como se había comprometido. Esta premisa sistémica es muy importante tenerla en cuenta porque puede provocar mucho conflicto si no valoramos todos los sistemas con los que se está interactuando.

  5. La quinta y última premisa es: existen unas leyes sistémicas que ayudan a los sistemas a crecer y a evolucionar de una manera fluida y cómoda disminuyendo los conflictos innecesarios y el gasto de energía inútil provocando un aumento de la eficiencia en la función que deben realizar. Veamos a continuación cuales son estas leyes.

Leyes Sistémicas

Un sistema formado por un grupo de alumnos de una clase y el equipo pedagógico que les forma no es una realidad estática sino cambiante ya que en su interior surgen nuevos vínculos, cambian otros, se suman nuevos miembros y se despiden otros. Al ser una entidad tan viva, todos los miembros del sistema se ven obligados, en muchas ocasiones, a salir de su zona de confort.

Y así como las relaciones personales tienen sus propias normas no escritas pero sí vividas, el coaching sistémico también trabaja a partir de seis leyes importantes que explicamos a continuación:

  1. La ley de pertenencia nos recuerda cómo si un grupo hace el vacío a uno de sus miembros, sufre todo el sistema. Todas las personas que forman parte de un sistema clase y sus profesores tienen derecho de formar parte de él e interactuar con los demás. En el caso de las relaciones escolares, esta ley de pertenencia suele tener una duración temporal que se limita al tiempo específico que dura el periodo de escolarización o de contrato de trabajo en caso del personal docente. Por el contrario, los vínculos familiares son permanentes.

  2. La ley de antigüedad precisa que el personal más veterano en el sistema tiene prioridad sobre el personal que llega después. Que esto sea lo ideal no significa que siempre sea lo que se produce.

  3. La ley de equilibrio bien puede quedar representada por el símbolo de la balanza en la que debe existir una armonía entre el dar y el recibir, de lo contrario, llega un momento en el que la parte que más ha estado aportando al sistema, se rompe. Esto ocurre con frecuencia en el ámbito escolar como muestra el caso de aquellos profesores que arrastran una gran insatisfacción interior porque ya no recuerdan cuándo fue el día en el que recibieron una valoración positiva por parte de sus alumnos o director, o también ocurre cuando los alumnos hacen esfuerzos extra sin que exista una compensación en modo de reconocimiento o calificación por ello. La ley del equilibrio también se rompe de otro modo cuando el profesor hace muchas distinciones entre los miembros del sistema.

  4. La ley de jerarquía muestra la estructura piramidal de un sistema en la que existen distintos roles. Si no queda clara y se asume la jerarquía como un beneficio para el sistema se pueden producir conflictos importantes en el caso de aquellos alumnos que no asumen su rol de obedecer a los profesores y de los profesores excediéndose de su rol de docente, o de alumnos que se consideren por encima de otros, pues los alumnos se encuentran todos al mismo nivel.

  5. La ley de reconocimiento está directamente vinculada con la autoestima personal puesto que el nivel de pertenencia de un alumno (o profesor) aumenta en el momento en el que recibe un reconocimiento justo. En este contexto, pueden producirse grandes insatisfacciones a nivel personal ante la ausencia de recompensas emocionales.

  6. La ley de la aceptación nos recuerda, precisamente, que el mejor modo de posicionarnos en nuestra realidad es comprender y aceptar cuál es la filosofía de la organización (de cada clase y del centro) de la que formamos parte todos (alumnos y profesores), cuáles son las normas que la rigen y de qué modo son las cosas. La aceptación no solo es un requisito básico del desarrollo personal y de la felicidad en cualquier ámbito de la vida sino también, en la escuela


El bienestar del grupo repercute de un modo positivo en todos los miembros que lo componen, suma autoestima a cada una de las partes. Por el contrario, si uno de los miembros del grupo sufre, esto también afecta a todo el sistema.

Por esta razón, en la medida en que cuidas la relación contigo mismo, también mejora tu vínculo con los demás. Una buena premisa del dinamismo del sistema es la búsqueda del bien común.

En ieMOTIVA aplicamos el coaching sistémico para mejora el éxito académico de los alumnos de tu centro con un PROYECTO DE COACHING EDUCATIVO orientado a fomentar su autonomía y responsabilidad