Coaching para jóvenes y adolescentes en Madrid
"Nadie cambia si no siente la necesidad de hacerlo". Henry Ford
¿Podría mi hijo afrontar la vida de otra manera?
Un proceso de coaching puede ayudarle, y mucho!!, ya que facilita a los jóvenes el descubrimiento de respuestas y nuevas formas de afrontar su vida y el mundo desde sus cualidades, valores, preferencias y perspectivas únicas e individuales.
(Alicia) – ¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?
(Gato) – Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar.
(Alicia) – No me importa mucho el sitio…
(Gato) – Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes.
¿Tu hijo necesita encontrar el rumbo?
El coaching es una herramienta práctica para el autodescubrimiento y el desarrollo personal, por eso en un periodo como la adolescencia en la que la persona busca su independencia y reafirmación de la personalidad resulta tan apropiada.
Un proceso de coaching le permitirá:
Identificar sus fortalezas y valores,
Elaborar planes de acción para alcanzar sus objetivos,
Actuar y medir sus avances.
La adolescencia es una etapa en la que los jóvenes quieren experimentar. Comienza a ser difícil controlar cada paso que dan. El coaching facilita la toma de conciencia y acción, ideas y crecimiento.
ADEMÁS ES DIVERTIDO!!
No quiero ir!
Qué barreras pueden aparecer
Cada adolescente y cada joven son un mundo y las dificultades o los problemas por los que pasa son muy diferentes en función del individuo. Si tu hijo quiere acceder a ir a una sesión de coaching un porcentaje del trabajo ya está hecho ya que solo se puede ayudar a quien quiere ser ayudado.
Desgraciadamente no siempre contamos con la colaboración y voluntad del joven para iniciar un proceso de coaching. Si este es tu caso te proponemos lo siguiente:
Habitualmente existe miedo o recelo a acudir a un psicólogo ya que parece que si vamos estamos locos, somos unos "pringaos", o somos unos raritos. El coaching NO ES TERAPIA.
Una invitación que podéis hacer a vuestro hijo es que va a realizar una entrevista con un asesor, no un psicólogo porque no abordamos el trabajo desde ahí, y no un Coach porque no va a entender qué es eso. Le podéis comentar que simplemente va a acudir a una reunión con un asesor de jóvenes para charlar sobre las soluciones a sus dificultades o problemas, sin mas, y que solo va a ser UNA reunión. De hecho es bueno plantearlo así, solo vas a hacer una sesión. Si después de la primera sesión decide continuar, estupendo! y si no quiere hay que respetar su decisión, puede que no sea su momento.
Algo importante que debe interiorizar es que sus circunstancias, todo lo que le ocurre, es el resultado de sus decisiones, no de agentes externos. Hasta que una persona no comprende esto no puede decir "Ahora elijo otra cosa".
El coaching se adapta fácilmente a cualquier objetivo o tema con resultados generalmente muy positivos
Mi hijo no quiere hacer nada!
La inacción, la desgana, el pasotismo de un hijo adolescente puede desesperar a cualquier padre, al igual que determinados comportamientos irrespetuosos que casi nos pueden avergonzar. Desde nuestro punto de vista de progenitor nos resulta absolutamente incompresible este tipo de actitudes y pensamos que vaya desperdicio de vida y de tiempo y en qué tipo de persona se está convirtiendo nuestro hijo, nos decimos a nosotros mismos que nada bueno para su futuro podemos esperar cuando contemplamos atónitos determinadas actitudes y comportamientos. Lo importante en estos casos es no centrarse en el problema sino en la solución, de poco nos va a servir darle vueltas y vueltas a cuáles son las causas, es mucho mas efectivo concentrar nuestra preciosa energía en la solución.
El deseo de todo padre es poder ver a sus hijos felices y motivados. El coaching no hace milagros, o al menos yo no los hago, y hay que aceptar que no se puede ayudar a quien no quiere ser ayudado, pero si conseguimos encender la chispa, y eso se me da muy bien, entonces sus avances y crecimiento serán sorprendentes.
Emociones y Motivación en jóvenes y adolescentes
¿Sabes qué siente tu hijo?
Habitualmente los padres podemos responder bien a la pregunta de qué les pasa pero no es sencillo responder a qué sienten. Lo peor que puede pasar es querer obligar a que todo el mundo se sienta alegre. Es verdad que nunca nos han llamado para decirnos "Necesitamos un coach porque nuestro hijo es feliz". Sin embargo, este momento potente para la familia, lo hemos permitido a menudo tras acciones de coaching en las que hemos trabajado primeramente sobre el tema "Las emociones de nuestro hijo le impiden avanzar".
Gestión de las emociones en adolescentes
Es habitual que a un adolescente le resulte difícil enfrentarse a sus emociones e incluso expresarlas, y entrar en el análisis de las emociones, en las explicaciones conceptuales, puede ser contraproducente a la hora de permitirle conseguir su objetivo.
El trabajo a realizar con ellos desde el coaching es el de que tomen conciencia de que sus emociones son simplemente un indicador, un síntoma de un problema que se encuentra en otro lugar y que se puede resolver mediante una acción o una serie de pequeñas acciones. Eso les permite sentirse aliviados y llenos de una energía mucho más positiva.
Las cuatro emociones principales: Tristeza, Rabia, Miedo y Alegría
La tristeza está aquí para recordar a los jóvenes que realmente es necesario comenzar a cuidarse a sí mismos. Ejecutar un plan de acción que responda a sus propias necesidades se convierte en una prioridad. ¿Qué haría su hijo para cuidar de sí mismo si fuera su mejor amigo, qué se recomendaría?
La rabia es un combustible muy potente. Puede permitir a los adolescentes tomar medidas activas. Solo necesitan asegurarse de que gracias a estas acciones, obtendrán resultados positivos y duraderos para todas las personas implicadas. ¿Cómo puede un adolescente volverse activo para… o en lugar de enfadarse contra… ? ¿Cómo puede obtener un resultado beneficioso para todos ?
El miedo es un excelente indicador de que los jóvenes se enfrentan a una situación en la que puede que tengan que avanzar con extrema prudencia, etapa por etapa, evaluando los riesgos sobre la marcha. Se trata de ser precavidos. ¿Cuál es el paso más pequeño y seguro que puede dar de forma inmediata, sin ningún riesgo ?
En lugar de considerar las emociones como negativas, los coachs pueden tener clientes que trabajan meticulosamente en estrategias, con el fin de aceptar cada una de sus emociones para poder trabajar con ellas. Las emociones son el carburante que nos permite vivir una vida apasionada.
La alegría es una emoción que aceptamos fácilmente. La dejamos ir sin prestarle atención un instante porque parece normal, como si los demás no lo tuvieran. La alegría también es un indicador de la pasión, motivación, confianza en uno mismo, de saber vivir el momento presente, el aquí y ahora. Vivirla de manera consciente como un indicador, permite experimentarla varias veces.
La próxima vez que hables con tu hijo no le escuches para responder, escúchale para averiguar qué emoción siente.
¿Qué emoción hay detrás de las palabras que me dice?
Cómo No desmotivar a un adolescente
Es cierto que el coaching es una herramienta fabulosa para lograr encender el motor de las personas, para darle un sentido a sus acciones y que encuentren su motivación, y hay mucho escrito sobre eso, pero en cambio, no es fácil conseguir que un adolescente se mantenga motivado. Entonces, ¿y si le diésemos la vuelta a la pregunta?: ¿Cómo lograr no desmotivar?
Aquí van una serie de propuestas:
No dar falsas esperanzas, no querer idealizar la situación para evitar el desencanto (que el príncipe azul se transforme en rana).
Ser realista y atreverse a afrontar la realidad.
Que el reconocimiento sea sincero.
Dar permiso para equivocarse porque siempre castigar y no permitir un margen de error desarrolla la desmotivación e impide la creatividad.
El exceso de control, de medidas, querer que todo se haga como quieren los padres desmotiva.
Instaurar un clima de escucha, hacer preguntas en vez de dar respuestas, órdenes o consejos.
Ser riguroso y humilde uno mismo y saber que todo el mundo puede estar equivocado. Los padres pueden corregir a sus hijos pero también funciona en sentido inverso y ellos también pueden enseñar. Hay que desarrollar la escucha.
Definir los límites para todos (hijos y padres) y hacerlos respetar. Es así como se desarrolla la cultura de la disciplina a todos los niveles.
Reconocer el trabajo individual y el esfuerzo, se alcancen los objetivos o no.
La familia, cada uno de sus miembros, deben de saben perfectamente en qué es buena la familia, en qué está por encima de la media, deben de ser conscientes de ello. No saber quienes somos, para qué servimos, lo que aportamos a los demás es una auténtica fuente de desmotivación. Haced las siguientes preguntas a vuestros hijos: ¿Para qué sirve nuestra familia? ¿Qué permite nuestra familia? y espero que sus respuestas no os sorprendan :)
No renunciar, seguir siempre avanzando.
Qué persigue un proceso de coaching en tu hijo
- Provocarle cambios de perspectiva
- Aumentar su motivación, compromiso y responsabilidad
- Promover cambios cognitivos, emocionales y conductuales
- Ampliar su capacidad de acción y consecuentemente de aprendizaje
Puntos clave en un proceso de coaching para jóvenes y adolescentes
Si quieres conocer las diferencias entre coaching y psicoterapia puedes verlo en la página de Inicio de VALIENTES POSIBLES
Es un Proceso de acompañamiento creativo. El coach acompaña al adolescente a donde este quiere ir, por la ruta que este establece, al ritmo y velocidad que el cliente decida ….
Igualdad. Es una relación entre iguales. Son dos mentes trabajando con sus propios recursos para un fin común definido por uno de ellos
Solución versus Problema. La toma de conciencia y la reflexión que se produce en una relación de coaching está enfocada a movilizar hacia la solución. El problema se detecta y NO se trabaja. La energía y el trabajo se dirige hacia la solución
Situación deseada vs Situación Actual. Se parte de una situación deseada que no se tiene en la actualidad y se establece el itinerario para llegar a ella.
Presente y futuro. Es el presente el punto de partida y lo que se desea, el futuro.
El trabajo del coach es movilizar los recursos propios del joven para cambiar de estrategia personal para alcanzar lo que desea
El trabajo del adolescente es ser honesto consigo mismo y con su coach, responsable de su comportamiento, emociones y pensamientos, estar abierto a nuevas experiencias, a profundizar en sus recursos, procesos y motivaciones, y a reflexionar sobre el proceso